desmotivado

En casi todos los cursos de Liderazgo que dicto algún alumno me pregunta: “Tengo una persona que hace 10 años hace lo mismo y no está motivada. ¿Qué hago?” Bromeando con mis alumnos les digo “Te acordaste tarde!”.

La motivación de las personas tiene “fecha de vencimiento”

Dicen que detrás de todo chiste hay un poco de verdad. Esperar que una persona esté motivada después tantos años de hacer lo mismo es casi un milagro. Por esa razón les digo a mis alumnos que las personas en una determinada posición tenemos fecha de vencimiento: una vez que le hemos “sacado el jugo” a la posición, que tenemos dominada la tarea y que ya no hay casi nada por aprender, el trabajo pasa a ser tan rutinario que la motivación tiende a caer.

Las 3 condiciones para un cambio de posición

Es un proceso natural. Todos necesitamos cambios. El gran desafío para los líderes es estar atentos a este proceso y empezar a pensar junto con el colaborar su próximo paso. Para que ese cambio de posición sea posible se tienen que cumplir 3 condiciones:

cambio de posición

Preparación del colaborador

La persona que aspira a determinada posición debe demostrar que cuenta con las habilidades mínimas para ocuparla. Por lo tanto será necesario que trabaje proactivamente en su desarrollo en su puesto actual. Por ejemplo: si aspira a liderar un equipo por primera vez, deberá desarrollar sus primeras habilidades de liderazgo en su puesto actual con pequeños desafíos. Es responsabilidad del colaborador ser quien se preocupe por su desarrollo y no esperar que este llegue de su jefe o RRHH.

Autorización del líder

No es suficiente que el colaborador esté listo. También es necesario que su equipo pueda realizar una transición ordenada entre su salida y la llegada de su reemplazante. Por lo tanto el consejo número 1 para una persona que aspira a cambiar de posición en su trabajo sería: “Formá a tu reemplazo”. A veces este cambio no es tan sencillo. Es responsabilidad del líder setear expectativas claras y hacer lo posible por facilitar el cambio.

Oportunidad

Está claro que no basta con que la persona esté lista y que su equipo pueda manejarlo: es necesario que exista la oportunidad. Tenemos dos opciones muy claras aquí: que la oportunidad aparezca o salir a buscarla. Con la primera mucho no se puede hacer, así que yo creo que es mejor la segunda.

Buscar esta oportunidad de cambio es un gran desafío, más cuando la organización es pequeña. Muchos sienten el clásico “llegué a mi techo” y al ver que su jefe está en el mismo lugar hace más de 10 años se resignan. Considero que hay que ser más creativo con la definición de cambio.

¿Ascenso = Progreso?

Al llegar al tope de una posición mucho suelen ver como camino natural el ascenso, es decir, crecer en el cargo (p.e. pasar de ser junior a semi senior o bien de jefe a gerente). Pero existen otras trayectorias de carrera que pueden aportar distintas experiencias muy valiosas. Por ejemplo: trabajar para otro proyecto, hacer un cambio lateral de posición en otro departamento, hacer la misma tarea pero para otro cliente, hacer la misma tarea y liderar proyectos de mejora, etc…En definitiva, cambio de posición significa un nuevo desafío que represente un nuevo aprendizaje para la persona.

Si no estamos atentos al cambio de posición, tarde o temprano la persona toma una de estas dos decisiones: a nivel consciente busca un cambio en otra empresa, o nivel inconsciente, baja poco a poco los brazos. Actuemos en forma proactiva y ayudemos a que nuestros colaboradores encuentren ese progreso que anhelan dentro de nuestra organización.

La clave para que tus colaboradores más antiguos no se desmotiven
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