Me acuerdo que cuando era muy chico mi papá nos decía a mi hermano y a mí que para pelear siempre hacen falta dos personas. Alguien inicia el pleito y el otro responde. Si uno de los dos no pelea, no hay pelea. Creo que esto mismo se sostiene para las peleas de chicos como las discusiones de grandes.

Existe un método para resolver diferencias en forma asertiva. Es decir, diciendo lo que uno debe decir y al mismo tiempo siendo respetuoso de la postura del otro. El secreto es llegar a un término medio sin confrontar.

Les presento la fórmula que tiene tres pasos:

  1. Entiendo tu postura…(reconocer el punto de vista del otro)
  2. Sin embargo, yo opino que…(manifestar punto de vista propio)
  3. Qué te parece si…(buscar una tercera alternativa)

1. Entiendo tu postura…

El primer paso tiene foco en el OTRO. “Entiendo tu postura” significa que te escuché, atentamente y con respeto, por más que no coincida con tu posición. Significa no refutar, no interrumpir. Significa hasta hacer preguntas para realmente poder decir “Entiendo tu postura”.

Este paso requiere mucha autorregulación. Implica suspender el juicio y las ganas de ganar la discusión. Simplemente consiste en PRIMERO reconocer y escuchar al otro, para luego dar lugar al paso dos.

2. Sin embargo, yo opino que…

A continuación es el turno de manifestar nuestra posición. Es el momento de presentar nuestros argumentos que tendrán diferencias con los planteados por el otro. La intención de este paso no es convencer de que MI verdad es LA verdad. Sino que tenemos un punto de vista diferente e igualmente válido que el otro.

Una vez presentados los argumentos de ambas partes llega el momento de buscar una solución.

3. Qué te parece si…

Por último, realizaremos una invitación al otro para buscar una solución alternativa, diferente de la de cada uno. Es una buena idea proponer algo nuevo y ver si para el otro es viable.

Este paso requiere creatividad para buscar nuevas soluciones. También requiere tiempo y paciencia.

¿Qué sucede si el otro no acepta mi propuesta? ¿Qué pasa si el otro insiste con su postura? Repito el proceso. Vuelvo al paso 1 reconociendo que mi propuesta no le parece adecuada pero que tampoco a mí me convence la suya. Y luego, continúo buscando nuevas alternativas.

Claves del método

Para que la fórmula funcione es importante el orden: primero escuchar al otro, luego proponer y por último buscar un acuerdo. Si este acuerdo no prospera se puede iterar el proceso, las veces que sea necesario. En caso que aún no haya acuerdo después de varias iteraciones, se puede llegar a un impás (“Qué te parece si…lo hablamos otro día?”).

Las discusiones normalmente surgen por no escuchar y no respetar al otro, intentar de convencer que uno SOLO tiene la razón. Probemos una nueva estrategia, tal vez de resultado…

La fórmula para no discutir nunca más con nadie
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