¿Te lo preguntaste alguna vez? Este post está inspirado en la charla de TED de Regina Dugan que recomiendo que vean. En su exposición, la ingeniera e inventora nos cuenta increíbles avances de la tecnología y cómo estos fueron posibles. Pero para empezar, nos pone en un aprieto con esta pregunta. Tal como ella dice, es inevitable sentirse un poco incómodo al preguntárselo. Porque todos sabemos cómo el miedo al fracaso nos limita. Regina es muy clara al respecto: es el miedo al fracaso y no el fracaso en sí mismo el inhibidor.
Se dice que el mismísimo Thomas Edison dijo “no he fallado, solo encontré 10.000 maneras en que esto no funciona”. Innovar implica fallar, implica intentar miles de veces y no llegar a buen puerto. Del mismo modo, Edison dijo “muchas de los fracasos en la vida se deben a que la gente no se da cuenta de lo cerca que están del éxito cuando se rinden”. Si logramos superar el miedo inicial a emprender (que ya no es poca cosa), luego se asoma el cuco del fracaso cuando las cosas no salen como previsto. Y la mayoría abandonamos.
Sin embargo, hay una minoría que no abandona, que persevera (y triunfarás, no?). Seth Godin, escribió un libro fantástico llamado “The Dip” sobre esto que también recomiendo. Los obstáculos son muchos, obvio. Sabemos claramente que no es todo color de rosa. Los problemas e imprevistos van a existir. Sino cualquiera sería empresario, artista o inventor rico y famoso. No obstante, esos pocos que, primero no tuvieron miedo para pasar de la idea al proyecto, y que luego cuando se larga la tormenta se ponen el piloto y siguen saliendo a la calle, son los que llegan. Y como realmente son pocos, la recompensa es grande.
Tener una mentalidad ganadora significa vencer el miedo al fracaso y hacerse amigo de él. Usarlo como aprendizaje. Pensarlo como algo inevitable que va a suceder y que con trabajo y también suerte, se puede superar.