A todos nos ha pasado alguna vez. Nuestra pareja (o amigo, compañero, etc.) va a tomar una decisión con la que no estamos de acuerdo. Le advertimos de los riesgos, pero no hay caso: el otro está convencido. Al tiempo, tal como lo habíamos previsto, las cosas salen mal. En ese preciso instante hay una frase que sale desde lo más profundo de nuestro ser, con una mezcla de bronca por los daños pero también con un poco de satisfacción por haber tenido razón: el famoso “TE LO DIJE!”.

Lo decimos en casi forma automática y con un poco por venganza por no habernos escuchado a tiempo. Esto se llama reproche. Y decirlo enojado equivale a perder el autocontrol.

Pero, ¿de qué sirve? ¿Cómo esperamos que responda el otro cuando escuche el «te lo dije»? 

Inteligencia Emocional en la práctica

Los geniales creativos del aviso publicitario del café La Morenita nos muestran otro camino. Te dejo el video por si no lo viste:

https://www.youtube.com/watch?v=AiOD5HIIge0

Analicemos la situación. El daño está hecho. ¿Sirve de algo reprochar? ¿Acaso ayuda enojarse? Tal como diría el filósofo Daddy Yankee: “lo que pasó, pasó”.

Existe una sóla dirección y siempre es para adelante. Revisar el pasado sólo sirve para aprender, no para angustiarse. El aviso claramente exagera (no creo que mudarse sea la solución), pero rescato la actitud de la novia. Conteniendo sus emociones intenta ser asertiva, escucha al otro y busca una solución.

De la ficción a la realidad

¿Es posible replicar este comportamiento en nuestra vida? ¿Será posible responder diferente cuando las cosas no salen como queremos?  Más allá del chiste de la publicidad, creo que podemos hacerlo.

El aviso cierra con una frase categórica: sabiduría es como te lo tomás. Hay básicamente dos definiciones de sabiduría:

1. Conjunto de conocimientos amplios y profundos que se adquieren mediante el estudio o la experiencia.

2. Facultad de las personas para actuar con sensatez, prudencia o acierto.

Vivimos en la “era del conocimiento”, inundados de información y siempre agitados, donde la respuesta impulsiva es la obtenida por defecto. Me parece importante que rescatemos la sabiduría del ACTUAR. Como siempre la respuesta está en uno.

Cómo evitar una pelea sin sentido
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