La noticia nos impactó a todos. Fue hasta más duro que la derrota. Pero ni bien se supo que Messi nos dejaba, de repente aparece un tsunami de amor, valoración y reconocimiento hacia la misma persona que hace un tiempo muchísimos criticaban. Recuerdo la línea de Joan Manuel Serrat: “No hay nada más amado que lo que perdí”. Pareciera que recién somos conscientes que Messi, el mejor, no nos pertenece, que se podía ir…
Mucho se ha hablado de él y lo futbolístico. No pienso opinar de eso. Sin embargo, lo que sucedió me hizo reflexionar sobre el trato que un líder debe tener con sus mejores colaboradores.
¿Qué pasaría si perdieras a tus colaboradores más talentosos? Pensá en el aporte que hacen en tus resultados. Pensá en lo costoso de su capacitación. Ni hablar de reemplazarlo. Por estas y muchas más razones, es muy importante tomar acciones proactivas para retenerlos. A continuación 3 estrategias para hacerlo:
1. Reforzar el Reconocimiento y la Diferenciación
Los empleados más talentosos necesitan un reconocimiento especial ya que su contribución es especial. Este reconocimiento implica hacerle notar frecuentemente su aporte y lo satisfecho que está el líder y la organización con poder contar con su presencia. A todos nos gusta el reconocimiento, ya sea Messi o Leonardo DiCaprio.
Otra faceta del reconocimiento es la compensación y los beneficios. Yo creo en la diferenciación, siempre y cuando se aplique en forma equitativa y justa. Las súper-estrellas que aportan súper-resultados deberían tener súper-compensaciones. ¿Sería justo retribuir igual a Messi que al tercer arquero suplente del equipo?
2. No descuidar el Desarrollo de Carrera
Los mejores siempre buscan nuevos desafíos. No sólo ascensos, sino otro tipo de posición, proyecto, cliente, etc. Cuanto más joven sea el colaborador, menos paciencia tendrá para esperar que llegue ese próximo paso. Por esa razón un buen líder de equipo debe mantener conversaciones regulares sobre su situación actual y su futuro.
Un error muy común es apurarse a promover a la súper-estrella. Cuidado con esto! Ser el mejor vendedor no lleva necesariamente a ser el mejor jefe de ventas. Se debe identificar cuál es el talento real del colaborador y tratar de que este ocupe el lugar que sea mejor para tanto la persona como la organización.
3. Evitar la Sobredimensión de su Contribución
Es cierto que el aporte de los mejores es especial. Pero no se debe exagerar. No creo que se gane o se pierda por una sola persona. Esto me suena al caso Messi, cuando tanta gente lo cargó con la derrota del equipo. No estoy de acuerdo con este enfoque. Si la competencia es grupal, el que gana o pierde es el equipo.
Soy consciente que de las estrellas se espera más. Pero tampoco es justo esperar soluciones mágicas cuando las cosas no andan bien. Del mismo modo, cuando las cosas sí salen bien, sería muy injusto para el resto del equipo que sólo el mejor tenga todo el crédito.