Ray Kroc ha sido el cerebro detrás del imperio gastronómico más grande del mundo. Si bien los hermanos Richard y Maurice McDonalds empezaron el negocio, fue Ray Kroc quien tuvo la visión para llevar a la empresa a un nivel completamente distinto. No pienso bombardearlos con números para entender su éxito. Todos conocemos los arcos dorados y nos podemos imaginar lo implica tener 37 mil sucursales, servir a 70 millones de clientes por día o emplear a 1,5 millones de personas.
Para entender a McDonalds es necesario entender a Ray Kroc; cómo pensaba, actuaba y en consecuencia cómo gestionaba la compañía. Pero sin entrar en toda su historia me encontré con una frase suya que lo resume todo:
La calidad de un líder se refleja en los estándares que se define a sí mismo.
Ray Kroc esperaba mucho de sí. La vara para medir su desempeño, compromiso, dedicación y resultados era bastante más elevada que la del resto. No pensaba conformarse con menos porque sus estándares así lo establecían. Por lo tanto todo lo que hacía debía estar alineado con esos elevados objetivos.
Un líder no puede ir más lejos que sus estándares. Los estándares que se define ponen un tope a su desempeño. Pero, ¿de dónde provienen los estándares? De las creencias! De lo uno, bien por dentro, cree que es. Es decir de su identidad.
Por ejemplo, si yo creo que soy una persona tímida, eso se transforma en mi estándar. Por más que me proponga mejorar, mi identidad y creencias limitarán mis resultados. Porque en la próxima reunión que me proponga conocer gente nueva y no me salga, al fin y al cabo puedo decirme “y bueno…lo que pasa es que soy tímido”. Listo! El estándar pobre entra en acción justificando el desempeño insatisfactorio.
Lo mismo sucede cuando uno cree que no es bueno para cualquier cosa.
La contracara de los estándares son las cosas que uno decide tolerar. No podés cambiar aquello que toleres. Por ejemplo, si al subir un piso por escalera me siento super agitado y no me preocupo por eso, de alguna manera lo estoy aceptando. Estoy tolerando mi pobre estado físico. Mi estándar es tan bajo que no me empuja a superarme.
El gran Tony Robbins lo dice claramente: “Si querés cambiar tu vida, debés elevar tus estándares”. Si queremos empezar REALMENTE un año diferente debemos prestar especial atención a los estándares que nos definimos.
PD: Les recomiendo ver la película “Hambre de Poder” protagonizada por Michael Keaton que cuenta la historia de McDonalds.
Creo que uno los puntos fundamentales de Roy fue la perseverancia (cómo siempre me gusta comentar, uno de los principios del Tae Kwon-Do). Si revisamos su caso vamos a ver que, hasta haber tenido la visión de McDonald’s, era un luchador incansable. Ese constante «buscar» no conformarse lo llevo a donde todos sabemos.
Absolutamente de acuerdo! La perseverancia es una de las claves para el éxito.
Gracias por tu comentario Hernán, abrazo!