bad teamwork

Es casi un protagonista en todos los discursos corporativos. “En esta empresa somos parte de un gran equipo!”, “debemos trabajar juntos para llegar al objetivo!”, “tenemos que tirar todos para el mismo lado!”, “es muy importante la colaboración entre departamentos”, etc. ¿Quién podría decir que los líderes no desean trabajar en equipo?

No obstante se observa que existe una gran diferencia entre lo que las organizaciones dicen y lo que hacen en relación al trabajo en equipo. En primer lugar para formar un equipo, el líder debe asegurarse de que este tenga un sentido y propósito común, objetivos y roles claros, comunicación fluida, habilidades complementarias, relaciones saludables, buen clima, entre muchas otras cosas. Caso contrario, no estamos hablando de un equipo, sino solo un grupo de personas trabajando en un mismo lugar.

En segundo lugar, hay un factor primordial que no puede faltar, que es el objetivo y reconocimiento común del equipo. Si el objetivo del equipo es salir campeón, todos ganan la copa y su correspondiente medalla, ¿no? Bueno, parece que esto que solemos ver en el deporte, no ocurre tan seguido en la vida empresarial. Lo que muchas veces sucede, es que a fin de año se premian solamente a los “goleadores”, y al resto del equipo que contribuyó a que se llegara al objetivo, se le dan solamente las gracias, aludiendo que hicieron bien su trabajo….que era lo que se esperaba de ellos.

Hay otros sistemas de evaluación que van aún más lejos. Asumiendo una Distribución Normal, se esfuerzan por evaluar y reconocer a sus empleados siguiendo una campana de Gauss, aplaudiendo a unos pocos “goleadores”, dando una palmadita a la mayoría del plantel, y castigando a los que jugaron comparativamente peor. Es decir, lo importante aquí no es lograr el objetivo, sino ser un poco mejor que mi compañero…

¿Qué conducta creen que dispararían estos métodos de reconocimiento? ¿Esperarían ver trabajo en equipo? No lo creo. La gente responde a incentivos.  Probablemente si fuera un equipo de fútbol, todos irían corriendo detrás de la pelota para hacer goles sin importar cuantos reciba su arco. Si el discurso dice “somos un equipo”, pero sólo el goleador es reconocido, tarde o temprano la performance del equipo sufre.

La  colaboración altruista existe pero no es suficiente. Un líder no puede darse el lujo de descansar y esperar que espontáneamente surja el trabajo en equipo. Para generar resultados de equipo de verdad, se deben definir objetivos individuales y comunes, así como reconocimientos (y “castigos”) individuales y comunes. Es la combinación de ambos incentivos la que genera en el largo plazo los mejores resultados.

Trabajo en Equipo: ¿Expresión de deseo o posibilidad real?
Compartí este post:
Facebooktwitterlinkedin
Etiquetado en:            

Un pensamiento en “Trabajo en Equipo: ¿Expresión de deseo o posibilidad real?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *