Terminé de leer hace unos días un libro espectacular. Se llama “Ahora, descubra sus fortalezas (de Buckingham y Clifton)”, y es la continuación de “Primero, rompa todas las reglas”. 

Buckingham y Clifton trabajaron en Gallup, una de las encuestadoras de recursos humanos más grandes del mundo. Durante su estadía hicieron un estudio con resultados impactantes. Le preguntaron a 1,7 millones de personas de 63 países del mundo sobre su trabajo. Puntualmente les consultaron si durante su día a día podían aplicar sus fortalezas, es decir, hacer lo que mejor saben hacer. El 80% respondieron que NO.

¿Qué es una fortaleza?

Una fortaleza es la suma de tres componentes: talento natural + conocimiento + destreza. 

El talento natural son los patrones comportamiento que se repiten en forma habitual y con facilidad. Son parte innatos y parte adquiridos a una muy temprana edad. Son fijos, se pueden mejorar levemente, pero no transformar. Tienen que ver con nuestra forma de ser. 

El conocimiento se adquiere y aprende. Es lo que hacemos en la escuela. Es parte teórico y parte experimental.

La destreza es el conocimiento aplicado en el hacer. Es el know how.  Comprende los pasos y técnicas para realizar una actividad. También se aprende y se mejora con la práctica. 

Desperdicio 

En su enorme mayoría, las personas no aplican sus fortalezas a su trabajo. Trabajan de lo que pueden, de lo que encontraron. En momentos de turbulencia económica esto no es menor, para nada. Pero como sociedad que avanza, que busca la realización y la felicidad de las personas, creo que es un deber plantear el debate. 

Por ejemplo: una persona que rebalsa de talento natural para la comunicación, la exposición pública, la persuasión y el carisma, sentado de 9 a 18hs en una oficina delante de un Excel, es un desperdicio. No significa que no pueda hacer bien el Excel. Eso se aprende y obvio que lo puede hacer. Pero su talento natural está desaprovechado. 

Maslow dijo que la necesidad más elevada del ser humano es la autorrealización, es decir, sentirse realizado al destapar todo su potencial. Y quienes consiguen la autorrealización son las personas más felices. El 80% de las personas no lo está consiguiendo. Dicho de otro modo, los líderes están desperdiciando el talento del 80% de su equipo. No trabajan a media máquina, con suerte llegan al 20% de máquina.

Entonces, ¿qué hacemos?

Lo mal que estamos puede ser total depresión o gran oportunidad. Quienes me siguen saben que voy a elegir la segunda opción. Les dejo aquí dos acciones concretas para trabajar este tema. 

  1. Desde el plano individual: autoconocimiento.  Es FUNDAMENTAL identificar cuáles son tus talentos naturales. Reflexioná sobre qué te hace vibrar, en qué te destacás, qué aprendés rápido, qué te generá satisfacción, en qué trabajás y el tiempo vuela. Luego toma acción YA para que tu trabajo se alinee con tus fortalezas.
  2. Desde el plan de líder de equipos:selección consciente. A la hora de buscar sumar alguien a tu equipo no te quedes sólo con el CV. No dice nada de sus talentos. Indagá más profundo. Primero pensá cómo debería ser la persona que necesitás (a diferencia de qué sabe hacer), y luego buscá en el mercado alguien que sea así. Insisto: QUE SEA ASÍ, más allá de lo que sepa.

Si tu equipo trabaja a media máquina, podés descorchar un champagne. Estás mejor que la mayoría.
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6 pensamientos en “Si tu equipo trabaja a media máquina, podés descorchar un champagne. Estás mejor que la mayoría.

  • agosto 14, 2019 a las 2:29 pm
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    Muy buen articulo Maxi, hace años que estoy trabajando en «lo que puedo» y no aprovechando mis fortalezas, de hecho no estoy muy seguro de cuales sean, pero sigo intentando cambiar y mejorar.

    Saludos!

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    • agosto 30, 2019 a las 7:30 am
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      Genial Diego, una buena pista para identificar las fortalezas es prestar atención a las cosas que te apasionan. También podés preguntarle a quienes te conozcan bien, saludos!

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  • agosto 29, 2019 a las 1:34 pm
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    Hola!
    Increíble, soy la persona que describes en el ejemplo del Excel… muy buen artículo!

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    • agosto 30, 2019 a las 7:29 am
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      Hola Oriana, muchas gracias por tu comentario. Si te has dado cuenta, ya es el primer paso, ahora a tomar acción 😀
      Saludos.

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