Hace unos días volví a dictar un curso in company en una empresa en la que ya había estado hacía unos meses. Para mi sorpresa, encontré que en la pizarra que me facilitaron, aún estaban escritas mis palabras. Por un lado pensé el poco uso que le daban a esa pizarra. Pero por el otro sentí una rara sensación. Este artículo es un intento por aclararla y obtener un aprendizaje para los líderes.
Lo primero que se me ocurrió fue perdurabilidad. Lo que escribí quedó. Quedó escrito pero tal vez quedó también en la mente de quienes estuvieron allí. Lo recordarán.
Inmediatamente después sentí un gran grado de responsabilidad. Lo que comunicamos, cuenta. Alguien lo escucha y ese mensaje afecta su ser. Lo tendrán en cuenta (o no) para su futuro.
Y así no pude evitar al menos un poco de preocupación. ¿Estoy siendo realmente consciente de lo que digo? ¿Respondo demasiado rápido? ¿Qué impacto habrán tenido esas palabras? ¿Generaron el efecto deseado?
La comunicación es una herramienta muy poderosa para un líder, ya que lo que este dice impacta a muchas personas. Y además por ser líder, su mensaje tiene una importancia destacada, al representar una figura de autoridad.
Los líderes dejan huellas, con sus palabras, sus actos, con lo que dicen y también con lo que callan.
La cámara de tu gente está siempre encendida y generalmente grabando. Cuidá tus palabras para dejar la huella correcta.